Punto Rock©: Adelanto de Nuevo y Demoledor Disco De Motörhead "Aftershock"

Motörhead vuelven con Aftershock, un título premonitorio después de los problemas de salud que sufrió Lemmy Kilmister que obligaron al grupo británico a cancelar sus conciertos este verano salvo el Wacken Open Air. El bajista y cantante ha sido fiel a esa máxima que es “vive rápido, muere viejo”, título de un documental para la TV rodado durante la gira de Hammered. A punto de cumplir sesenta y ocho años su diabetes tipo 2 y el dispositivo cardíaco que le colocaron recientemente han sido dos avisos serios para un músico que lleva toda la vida en el escenario y cuya banda cumple cuarenta años en 2015.

Aftershock, un disco que sube la moral después de quince años haciéndonos felices

Aftershock encaja al cien por cien con el claim que los propios Motörhead inventaron: “Somos Motörhead y tocamos rock & roll”. Eso y nada más que eso es lo que nos encontramos en las catorce canciones que van dentro de este disco. Por su alguno no lo sabía éste es el vigésimo primero en su carrera, que comenzaron a grabar en enero en NGR Studios en North Hollywood, al lado de la casa de Lemmy, nuevamente a las órdenes de Cameron Webb.

Motörhead serán siendo Motörhead mientras el cuerpo de Lemmy aguante y sí éste fuera su última entrega nos quedaríamos por satisfechos. Estos catorce temas, han sido generosos, invitan a ponerlos una y otra vez en un bucle que a la postre nos randomiza toda su discografía.

En Aftershock nos encontramos todas las posibles variantes de la propuesta del trío: los Motörhead directos, arrolladores y monolíticos de ‘Heartbreaker’, primer sencillo del álbum, ‘End of Time’, ‘Going To Mexico’, heredera del ‘Going To Brazil’, de 1916, ‘Queen of The Damned’ y ‘Paralyzed’.

Además tenemos varios cortes que parece que hemos escuchado con anterioridad pero que es nuevo y suena a clásico como ‘Coup The Grace’, ‘Silence When You Speak To Me’ y ‘Keep Your Powder Dry’; un blues sucio y polvoriento a lo ZZ Top como ‘Lost Woman Blues’; rock & roll directo al mentón en ‘Do You Believe’, ‘Knife’ y ‘Death Machine’; rock & roll con visión comercial con una línea de piano familiar en ‘Crying Shame’.

Incluso tenemos una balada introspectiva que el propio Lemmy podría defender en acústico. Se titula ‘Dust And Glass’ y divide un poco el disco en dos partes para que el alto octanaje no se nos suba a la cabeza. Y sí, Aftershock, ¿se les olvidó la diéresis encima de la o?, es mejor que The Wörld is Yours?